La experiencia con los regalos
Cuando era joven, prestaba una atención especial a los envoltorios de regalo. Para mí, todas las ocasiones (bodas, nacimientos, cumpleaños, bautizos...) eran oportunidades para preparar regalos. Si mi lado artístico estaba en llamas, me preocupaba sobre todo por la persona que iba a recibirlo, por la experiencia que iba a vivir una vez que el regalo estuviera en sus manos. Porque un bonito envoltorio no solo despierta tu curiosidad, sino que crea un recuerdo que se ancla más fácilmente en tu memoria.
Utilizo a menudo esta analogía para hacer un paralelo con nuestra imagen. Hablo de ello durante las conferencias en empresas así como en mi libro Amor y Estilo: Una pareja ganadora.
Tu valor exponencial: tu unicidad
Nuestro valor no se basa solo en nuestros talentos como podría creerse. Es más bien el resultado de tus talentos, sumados a tus cualidades, tus gustos, tus conocimientos y tus experiencias adquiridas a lo largo de los años. Todo esto forma tu unicidad, crea tu historia y enriquece este hermoso regalo que representas tanto para ti como para el mundo.
Eres un ser capaz, pensante y productivo, llamado a colaborar, a rivalizar y a brillar. Eres un regalo único que se descubre como un secreto que merece ser revelado al mundo.
¿Sabías que, si algunas personas tienen un sentido del oído muy desarrollado, los humanos son generalmente más sensibles a todo lo que toca a la vista? Es decir, nos basamos más en lo que vemos para emitir una opinión.
Cuando no tenemos la posibilidad de hablar o presentar nuestro currículum vitae para hablar de nosotros mismos, nuestra imagen personal se convierte en una herramienta visual poderosa y permite revelar a los demás ese regalo que somos conscientes de ser. Con la comunicación adecuada, permites a los demás unirse a tu universo más fácilmente.
El impacto de tu embalaje
Durante las redes de negocios en persona, no es raro que me acerquen con preguntas ¿En qué área de la moda trabaja? ¿Es usted modelo? Dado que siempre elijo mi atuendo de manera intencionada, me digo a mí misma que mi plan funciona. Tengo el resultado deseado, que es iniciar una conversación a través de mi estilo de vestir.
Todos sabemos que no es fácil hacerse notar en una sala de más de 60 personas. Ayudar a los demás a recordarnos se convierte en un verdadero desafío.
A la luz de mi experiencia, ahora entiendes por qué enfatizo la importancia de cuidar tu presentación. Tu imagen es un activo clave en tu comunicación. Por lo tanto, es primordial elegir de manera inteligente e intencionada los elementos que la acompañan (ropa, accesorios, postura) para reflejar tu personalidad.
Mi deseo como consultora de imagen
Lo que deseo para ti al compartirte esta simple analogía del regalo y del envoltorio, es que:
- Debes ser consciente de tu valor personal a diario;
- Desarrollas entusiasmo por la idea de cuidarte;
- Disfrutas plenamente de la persona que eres. ¡Es tan beneficioso!
Si sientes la necesidad de hacer una pausa para alinear tu imagen vestimentaria según la persona que eres, mientras conservas tu esencia, estás en el lugar correcto. Estaré encantada de orientarte hacia una evolución a través del estilo.
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